Por Variety
OCTUBRE 4, 2021
El escritor, actor y director chileno Bernardo Quesney no tiene todas las respuestas. Si las tuviera, dice, no estaría haciendo películas. “Si alguien tiene muy claro lo que dice o lo que quiere decir”, dijo a Variety, “debería escribir un ensayo, no un guion”.
El tercer largometraje de Quesney, “Historia y geografía”, será exhibida en el Work in Progress de el Festival de Cine de Guadalajara de este año. Cuenta la historia de Gioconda Martínez, una actriz de edad proveniente de una icónica familia teatral, que está tratando de sacarse de encima los papeles cómicos a los que ha estado atada desde que actuó en una serie de TV de gran éxito. Ahora quiere ser tomada en serio. Vuelve a su pueblo de origen para montar una obra sobre los Mapuche, un pueblo indígena que no solo fue abusado por los conquistadores españoles sino también por los chilenos de hoy. Para su disgusto, descubre rápidamente que su paso por la TV no hizo que el publico la quisiera tanto como ella creyó.
Antes del comienzo del Festival de Cine de Guadalajara de este año, Quesney le aclaró a Variety que lo que describe más arriba es solo la trama de “Historia y geografía”. Pasan muchas cosas en la película.
El personaje principal, Gioconda Martínez, ¿está basado en una persona real? ¿Alguien que tú conozcas?
Cuando “Una mujer fantástica” ganó el Oscar a Mejor Película Extranjera en 2017, un comediante chileno de unos 60 años, produjo una obra llamada “Una mujer fantástica”, en la que se vestía de mujer y ridiculizaba el movimiento LGBTQ. Al comienzo, no podía creerlo, pero luego traté de entender qué era lo que estaba haciendo.
¿Era un intento de hacer comedia que se alejaba mucho de lo que está de moda? ¿Es posible que alguien esté tan desconectado del mundo que lo rodea? ¿Y de qué nos estamos riendo, exactamente?
He pasado muchos años en compañía de actores y actrices, y todos ellos parecen vivir en un mundo muy frágil, lleno de inseguridad e inestabilidad, tanto emocional como económica. Desde que entran a la escuela de teatro viven dentro de una tormenta de insatisfacción personal que los acompaña por el resto de sus vidas.
Esto puede verse en todo lo que hacen, en sus decisiones, en sus redes sociales, en su miedo a desaparecer y que nadie sepa quienes son. La idea de la película era tomar esos miedos e incorporarlos en un personaje que realmente quiere cambiar.
En la película, la reacción de la protagonista ante los haitianos es tan confusa como contradictoria. ¿Es esto un reflejo de la sociedad chilena? ¿Son los haitianos, mapuche del día de hoy?
Aunque ha habido una explosión social que ha cimentado los fundamentos que permiten nuevas percepciones de nuestras identidades, la mayor parte del tiempo, un país al fondo de Latinoamérica, Chile ha sufrido de una crisis de identidad.
Por mucho tiempo, ser Mapuche era sinónimo de burla, y su sufrimiento se veía como algo del pasado. Lo que digo no tiene nada de nuevo. Pero para realmente poder entenderlo, tienes que aplicarlo no solo a la realidad de los Mapuche, sino también a la realidad de Chile, y a la distorsión de quienes somos.
En la película, el protagonista hace comparaciones contradictorias y lleva el termino “apropiación cultural” al extremo. Pero la idea no es burlarse de ella, aunque en términos generales, Gioconda es una actriz que está al limite. Y de alguna forma su comparación, aunque un poco básica, une dos mundos que de otra forma estarían separados. ¿No es esto lo que hizo Don Francisco en su programa “Sábado Gigante”, cuando se río de las personas que habían sido detenidas y desaparecidas?
Al final, creo que la lógica de Gioconda siempre estará atada a su pasado en televisión, cínico y capitalista.
“Dios le da pan a los que no tienen dientes”, es un texto que se repite a través del film. ¿Sabes de donde viene? ¿Por qué lo usas como una especie de refrán?
“Dios le da pan a los que no tienen dientes” es el concepto central de la película y de nuestra protagonista. Una traducción chilena podría ser “está mal repartido el chancho”. Cuando el protagonista de una sitcom dice eso todo el tiempo, se refiere a una época, a un humor que refleja a la dictadura y al catolicismo. Evoca la aceptación de aquello que te tocó, y que está bien. Es el humor de la burla.
Hasta hace poco, la comedia que veíamos en la TV se burlaba de los gay, los pobres, hasta de los enanos. Y no hablo de años y años atrás, hablo de hace muy poco. Eso está cambiando y me encanta. Pero nuestra protagonista está en una bisagra. Ella está entre su legado y el Chile que está cambiando.
Este es tu tercer largometraje. ¿Puedes explicar como, y si es que las tres películas se relacionan una a la otra, y qué tienen de diferentes?
Creo que las tres películas abarcan la representación de varias formas. En “Efectos especiales” y en “Historia y geografía”, la representación es más clara por que hablamos sobre temas particulares, y ponerlos en escena, aunque de una forma errónea. En “Desastres naturales”, la idea era representar el movimiento estudiantil en 70 minutos. Y en esos 70 minutos podíamos ver cada aspecto de esos años de movilizaciones.
En las tres películas el personaje está perdido, y lo que buscan contradice quienes son realmente. Pero esta vez, quería darle un giro y cuestionar otras cosas. Generalmente en el cine, aceptarse a uno mismo es visto como algo positivo. ¿Podría en verdad ser algo negativo? ¿Estar desconectado, es algo malo o juzgable? ¿Es posible que, al final, nuestras narrativas y la lógica de nuestros guiones terminen siendo moralistas? Lo último que quiero hacer es enseñar o aleccionar.
Siento que el cine tiene que alejarse completamente del sermón. Entiendo el poder del discurso, pero prefiero el juego del teléfono, en el que decimos algo que pasa de persona en persona, hasta que vuelve a ti convertido en algo completamente diferente.
Así veo la descodificación del discurso.
Además, si alguien tiene muy claro lo que dice o lo que quiere decir, debería escribir un ensayo, no un guion.